Si las empresas creen que gana el fascismo, y resulta que gana, veremos una importante caída en la calidad de vida desde ahora ya a los próximos cuatro, si no ocho, años. Conociendo a Kast, va a tratar de dolarizar Chile para que quedemos bajo el dominio del que se la chupa a Bill.
Pero en realidad, no es nada que no se pueda esperar de las corporaciones. Lo importante es recordar que no se necesita mucho material ni poder adquisitivo para preparar una bomba molotov.